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martes, 9 de febrero de 2010

HISTORIA: MARIA EN EL FRENTE DE ARAGON. Cementerio de Huesca, agosto 1936. (Aportada por Fredy Martínez)

Nota del administrador del Bolg: Se transcribe la historía tal y como la entrega el autor. En este caso la historia corresponde María Martínez (imagen de la izquierda), que nos narra sus vivencias como mujer en la Guerra Civil. Su hijo, Fredy Martinez, acompaña unas notas aclaratorías de esta historía. Espero que sea de vuestro agrado, y mi más sicenro agradecimiento a Fredy, por su aporte, y a María por su testimonio.

Es difícil hoy de francamente decir porque fui al frente con los Aguiluchos por el tiempo transcurrido, pero en aquellas circunstancias y con nuestras ideas revolucionarias para mi fue algo necesario, un impulso irresistible y, cuando se organizo un grupo en La Torassa (Hospitalet de Llobregat), yo me agregue a ellos.


Todos los compañeros de mi grupo de afinidad de las juventudes libertarias se habían ya marchado con la columna Durruti.

En aquellos primeros tiempos no se necesitaba inscribirse se bastaba el conocer a compañeros de tu barriada de las juventudes libertarias o del sindicato.

En un pequeño saco puse algunas ropas de vestir necesaria a mi uso personal.Como calzado teníamos las tradicionales alpargatas tan en uso en esa época por la gente pobre y los obreros .Las mujeres no usaban el pantalón y sin darnos cuenta fue adoptado lo que en España se llamaba ‘’el mono’’y que era el vestir de trabajo de los mecánicos y otros varios oficios.

Salimos de La Torassa en un camión, con los compañeros que yo conocía, entre ellos venia “El Zaragata “Diego Navarro un compañero que era uno de los mas destacados de esa gran barriada que eran Torassa, Coll Blanc, Santa Eulalia de Hospitalet el foco mas radical de nuestro movimiento libertario.Esta ciudad toca al barrio de Sans de Barcelona.” El Zaragata, nativo de Cuevas del Almanzora, era un gran amigo de Luís Cano mi cuñado también como yo nativo de Serón (el era de la familia ‘’Calores’’y yo de los’’patitas’’). Así pues yo me encontraba entre los míos.

Así nosotros nos incorporamos a la columna que estaba ya en marcha, creo recordar que fue en Esplugas.*(nota 1) en esos días, quizás me repito, no había inscripciones, bastaba saber que pertenecías a una organización obrera y, como toda era entusiasmo de poder luchar, para mi fue natural el seguir a los compañeros de la CNT y de las juventudes libertarias.

El destino fue a Vicien donde llegamos al amanecer y allí se concentro toda la columna .En Vicien se paso el día sin que nadie nos informara de nada ,sin saber donde estaban los frentes ,ni comida ,ni bebida y la gente empezó a gruñir seriamente. Todos repetían:

-¿que esperan ya para ir al frente?

La situación empeoró y todo eran discusiones y protestas hasta el extremo que Juan García Oliver que era el que salio al mando de la columna “Los Aguiluchos” se subió encima de un camión y empezó a hablar. Este era un hombre que sabia dirigirse a las masas y sus primeras palabras fueron :

-!sois vosotros los revolucionarios, los que queréis luchar por la libertad, que no podéis comprender que se necesita paciencia y organización para poder llegar a la meta que nos hemos fijado¡

Esto es una síntesis pues su voz electrificaba el auditorio, era un agitador y un gran orador. (Nota 2)

Cuando terminó de hablar, todos estaban dispuestos a ir al fin del mundo, sin comer, ni beber y sin armas todavía.

Pues las armas no abundaban .Había algunos compañeros que tenían fusiles del cuartel de Pedralbes, otras pistolas y algunas carabinas Winchester. Por mi parte yo había dado la pistola parabelum que acogí en el asalto del cuartel de Pedralbes en Barcelona a Juan Cano el hermano de Luís (otro hijo de Serón). (Foto 3) Las demás esperábamos cogerlas al enemigo.
 
En Vicien no dormimos .La gente se agrupó en los camiones y nos dieron pan, queso y algunas latas de sardinas.


Agrupados por afinidad y amistad esperábamos el amanecer.

Nos dieron a cada uno una cura de urgencia. En un paquete había algodón, gasa, unas vendas y un frasquito de tintura de yodo para los primeros socorros, pues aun no había nada organizado...

Y empezamos a desplazarnos monte arriba entre piedras, hoyos y chaparros. Destino: el cementerio de Huesca. Fue bastante duro, el monte era todo subidas y estas se hicieron andando.

Pero desde las palabras tan fuertes de García Oliver teníamos alas en los pies.

Poco antes de llegar a la carretera empezamos a oír los disparos de una ametralladora. Cuando salimos por fin del monte, en el lado derecho había la casilla de los peones camineros y a la izquierda un bosquecito de chaparrales y después el terreno al descubierto. Era tierra de cultivo y se veía una hermosa granja, y una vivienda que mas bien parecía un palacete. En esa casa estaban un grupo de compañeros extranjeros. Mucho de ellos eran jóvenes que vinieron a Barcelona a la ocasión de los juegos olímpicos de los trabajadores y algunos más mayores que venían de Paris donde se habían refugiado huyendo de las garras del fascismo .

Estos eran los que tenían una ametralladora en la ventana y dominaban el cementerio impidiendo a los fascistas salir. (Nota 4)

Los “Aguiluchos” tomamos esta propiedad como sitio de descanso, de encuentro y dispuestos a ayudar a los compañeros extranjeros a defenderla.

En esa casa que estaba abandonada encontramos unos graneros llenos, el trigo tocaba casi el techo, era natural puesto que estaba recién cosechado. En la gran cocina había provisiones y comida en los armarios. Fue fácil el organizarse, había sitio en la planta baja y habitaciones que debían servir de almacén.

Una vez allí los que tenían armas les informaron donde estaba el frente. Entonces supimos que había una chica joven que manejaba un mortero y un grupo de jóvenes con ella. El mortero supimos por los extranjeros que provenía del cuartel de San Andrés de Barcelona. Si los fascistas no salieron del cementerio fue por la valentía de esa mujer que no solamente se batió si no que daba ánimos a los hombres.

En el grupo de extranjeros había Alemanes, Italianos, Bulgaros, todos refugiados en Paris hacia ya años, huyendo de Hitler y Mussolini, algunos periodistas. No hablaban el Español bien y pidieron si entre los recién llegados (nosotros los Aguiluchos) alguien hablaba el Francés.

Yo les dije que quizás podríamos entendernos, pues me acorde de mi estancia en Vaulx en Velin (cerca de Lyón) y aun que mi francés dormía desde casi doce años, llegamos a poder comunicar.


En fin, con el mortero, y a la ametralladora se impedía el que salieran del cementerio.

En aquellas primeras escaramuzas no había una orden de combate, desde luego el afán de luchar era lo que impulsaba, pero sin mandos y sin experiencia.

Reflexionando mucho creo que solo éramos un grupo de la columna y que seguramente distribuyeron los grupos en diferentes frentes.

El primer día fue bastante tranquilo, algún que otro tiroteo pero se vigilaba y se esperaba armas y gente que organizara.

Yo hable con los compañeros extranjeros. El búlgaro Nicolás era serio y reflexivo y me hablo mucho de la vida errante de todos los perseguidos, por eso vinieron a España para impedir que el fascismo triunfara.

El que servia la ametralladora era Alemán, joven, rubio como el trigo del granero y risueño. El me enseño a preparar el té.

-‘’Mira, me dijo, en un vaso pones una róndela de limón en el fondo y echas el té una vez enfusado .Verás que bueno te resulta .Claro, añadió riendo, ay muchas maneras de tomarlo con leche, sin azúcar, fuerte o mas ligero. ’’

Me pareció increíble que se pudiese conversar así tan tranquilo, de esas menudencias y esperando quizás la muerte .Pero así es el entusiasmo de la juventud.

Como ya digo armas no se distribuyeron mientras yo estuve con los Aguiluchos. Algunos recogían la de los caídos. El que no estaba de guardia dormía. Cada uno se arreglaba a su conveniencia, la casa y la granja eran inmensas .Pero esto duro poco, al día siguiente empezó el verdadero combate y los heridos caían. (Nota 5)


Entre ellos un joven de La Torassa (Hospitalet) llamado Alonso, una bala en la cabeza y murió en mis brazos.

Era tanta la confusión sin saber que cuidados dar ni como curarlos que el sufrimiento para mí fue intenso.

Un compañero grito:

-“yo soy enfermero en el Hospital Clínico de Barcelona .Si alguien me ayuda, haremos algo en espera que lleguen los socorros para los heridos.”

Yo me propuse y todos aceptaron y lo encontraron natural, la chica del mortero y yo éramos las únicas mujeres de aquel frente.

Enseguida nos fuimos a la caseta de los peones camineros que estaba cerca y en la carretera, pues la casona resultó ser la primera línea de fuego. Limpiamos la mesa y se encendió el fuego en la chimenea .Recogimos las curas individuales que eso era el único material sanitario de que disponíamos.

El enfermero, un joven muy experto y capaz hizo milagros y yo le ayude siguiendo sus consejos y sobre todo con todo mi corazón. Creo que al ver una mujer dispuesta a ayudarlos en esos trances les daba coraje y alentaban el peligro. Paso todo el día, se hizo todo lo que pudimos, los heridos leves, brazos, piernas, una cura y una compresión evitaron hemorragias. Pero la noche fue febril con la casilla llena de heridos que aposentamos lo mejor que pudimos. Nos alumbramos con un carburo, y hubo como una especie de tregua que nos permitió respirar.

Al amanecer ,segundo día de fuertes combates, la situación era terrible y seria. Seguimos curando y más bien consolando a todos los que nos traían, pero por desgracia habían heridos graves a los que una simple cura les servía poco, solo evitar alguna hemorragia grave.

En esas circunstancias se pierde la noción del tiempo y se trabaja en un estado febril. Pero yo, a pesar de mi energía que siempre ha sido y continua grande, sentía cansancio y un inmenso dolor. Sobre todo me sentía impotente de hacer frente a tanto sufrimiento.


Hubo combates fuertes y llegaron heridos de Almudevar, llevaban un coche blindado con lo que se podía entonces (hojas de metal, de latas) .Una bomba les cayo dentro y los hirió gravemente.

Nosotros no sabíamos que hacer. Eran quemaduras graves .Cubrimos las más importantes con las pocas gasas que nos quedaban.

Contenía mi emoción pero esos momentos fueron comovidores y tristes: ver toda esa juventud, con tanto entusiasmo, dar plenamente lo que hay de mejor, la vida.

Entrada la mañana llegaron camiones y camilleros enfermeros y se evacuaron los heridos. Los primeros fueron los quemados de Almudevar y nos felicitaron por nuestra buena iniciativa.

Era el tercer día de mi estancia en el frente, dos días terribles con los heridos. Los combates seguían y llegaron por fin refuerzos y una organización más adecuada. El cementerio seguía el punto mas delicado, se cogio, o mejor dicho se llego a entrar, pero hubo que dejarlo, pues ya empezó la aviación facciosa a bombardear. Pero a pesar de nuestra poca experiencia, de nuestro poco armamento de Huesca no salieron las fascistas y el ejercito rebelde.

Mas tarde nuestras fuerzas las mandaba el coronel Villalba que se quedo fiel a la republica.

Federico Martínez el que luego fue mi compañero y padre de mis hijos estaba con la columna Durrutti muy cerca a pocos kilómetros. Casi el mismo día fue herido en un muslo en la toma de Sietamo antes de ser elegido centurión y algunos meses después en la otra pierna en el carrascal d’Igriès à 10 Km. de Huesca cuando lo nombraron comandante de su batallón .

El compañero búlgaro Nicolás murió en los combates de Fuente de Ebro.


Y yo durante las ultimas horas tan desesperadas pasadas con los heridos y muertos, pensé que mi sitio no estaba en el frente con un fusil, que había otras maneras de ser útil a nuestra revolución convertida ya en guerra y, en unos de los camiones que evacuaban a los heridos, regrese a Barcelona con el propósito de hacer unos cursillos de enfermera, pues me sentía capaz de curar y reconfortar en esos momentos tan críticos.


Pero nada sucede como lo piensas, muchas veces sintiéndolo .Me tenían preparada otra actividad.


Lo primero fue cuando consulte con Luís Cano, y me dijo:

-“eso no debe preocuparte, ya hay quien se ocupe de los heridos, eso que tu vienes de vivir ya se esta superando, ya se dispone de equipos, de médicos cirujanos y ambulancias, incluso se a puesto en marcha el servicio de recogida de sangre de la Generalidad de Cataluña.

Ahora aquí serás mas necesaria, pues no debemos olvidar la retaguardia. Necesitamos compañeras y compañeros de confianza para todas las colectividades, planificar la economía, organizar centros para los niños.” (Repito que el era miembro del comité regional de la CNT y consejero municipal de defensa de Hospitalet, responsable de las patrullas de control, una de las figuras del movimiento obrero de Cataluña, y sobretodo un hombre honrado y respetado).

En aquellos días se reorganizaba la distribución de la ración de pan y había asambleas, discusiones. Finalmente en una asamblea, en el teatro Olimpia se formó con los compañeros de la UGT el comité económico de la industria del pan y fui elegida miembro de este organismo, puesto que ocupe mientras duro la guerra .


Creo que mi breve estancia en el frente fue benéfica para todos .Mucho mas tarde en el 37 durante un permiso de Federico, mi compañero, que luchaba en el frente de Aragón en “los Monegros” nos paseábamos por las Ramblas en Barcelona, unos jóvenes nos pararon y dirigiéndose a mi me dijeron:

- “ ¿no te acuerdas de nosotros ? Pues nosotros si que te recordamos, tu eres la chica que nos curó en la casilla de los peones camineros del cementerio de Huesca y no te extrañes de no recordarnos porque fuimos muchos a los que reconfortaste con tus cuidados y suerte tuvimos de que tu acompañaras al enfermero y le ayudes.”

Sobre todo tengo que insistir es que en la Confederación Nacional del Trabajo, CNT, las mujeres éramos compañeras. Así fue, en realidad que los compañeros de la confederación nos consideraron siempre con igualdad dando cargos que estas desempeñaron con maestría .En las fábricas se ocuparon de los comités, de organizar las colectividades y la producción necesaria para el material de guerra.


Y también los hospitales y los centros de acogida para los niños evacuados de Madrid y más tarde del norte.

En los sindicatos se preparaba ropas de invierno para el frente, jerséis, calcetines, pasa montañas, tantas prendas para el mal tiempo porque el frió se aproximaba .Todos las compañeras se mostraron a la altura de la situación.

Amas casi todas respondieron a dar sangre para el organismo que enseguida formo la generalidad de Catalana para los muchos heridos que la necesitaban. (Foto 6)

A este respeto tengo que decir que yo era de los primeros que acudían a la llamada por la radio, cuando era urgente y que quizás mi sangre o la del organismo sirvió a Federico mi compañero cuando este fue muy mal herido en el estomago en agosto 37 en los Monegros durante la ofensiva de Zaragoza y transfusado y operado en campaña.
Federico Martínez Pérez (izquierda) centurión columna Durruti y el compañero Guillen: diciembre 1936.

En fin, fue una época que vivimos con entusiasmo y también con mucho dolor, pues cayeron en los frentes muchos de nuestros seres mas queridos como mi hermano Juan que solo tenia 28 años y tantos y tantos.

Pero pensábamos que esta lucha tan fraticida y desigual era justa y que nuestros esfuerzos iban todos a sacar a España de su oscurantismo y retraso, teníamos el anelo de que se acabara el illetrismo, de poder enseñar a la mitad del país de que se podía vivir de otra manera, amas de la lucha social por el aumento de trabajos, se tenía obligación de instruir a las gentes que ignorantes de sus derechos sufrían el peso del yugo y del poder de los caciques, sobre todo en las provincias más desheredadas como Extremadura y Andalucía, donde la vida era tan precaria que en muchos pueblos, los niños iban vestidos de arropas, y mal alimentados. En fin, eran tantos nuestros sueños y tan grandes que el despertar fue terrible.

Pero ya digo en alguna parte de mi recito que aun que todo fue sueño siempre queda en nuestro corazón y en nuestra manera de ser y de comportarnos algo de aquello, nuestro amor a lo justo, a la humanidad, nuestro odio a la guerra, al racismo, esperando que los hombres comprendan algún día que la injusticia es algo repugnante y que el deber es repartir el trabajo y las riquezas que este procura.

Cosa que hoy día no existe ya que la desigualdad es mayor y tan flagrante que se debía de tener algo de pudor de no mostrarla tanto .Ya empieza a verse hordas de la humanidad en la gran parte de los países pobres que carecen de todo lo que se necesita .Y no solo en esos países, también en los llamados industriales se empiezan a ver esa masa de los sin trabajo y sin domicilio .Claro que se les ayuda algo pero la desigualdad es tan grande que se hace patente que la sociedad va por mal camino .

Por creer profundamente que podíamos cambiar el rumbo de nuestro país, aunque solo fuese en un cuarto, combatimos .Nuestras aspiraciones: conseguir el pan cotidiano y el derecho a la instrucción, la justicia, la libertad, el respeto al ser humano. Por eso luchamos, con fe, esperanza, valentía y queríamos que nuestro sueño fuese realidad.

Es con cierto orgullo que yo siento el honor de haber participado a esa página de la historia trágica de España.

Maria Martínez Sorroche



(Francia 1997)



(Foto de enero 2007)
NOTAS (de Fredy Martínez)

1 Juan García Oliver “El Eco de los Pasos” edición Ruedo Ibérico (nota de la pagina 260): “la columna contaba con unos 1500 milicianos, entre ellos mas de doscientas muchachas de las Juventudes Libertarias, de donde procedía también el mayor contingente de combatientes que la integraban”.
2 Juan García Oliver, miembro de la Federación Anarquista Ibérica, de la Confederación Nacional del Trabajo, de los grupos de afinidad “los solidarios” y “nosotros” fue responsable militar del “Comité central de las milicias antifascistas de Cataluñ” y luego ministro de la justicia del gobierno de la republica Española de Largo Caballero de octubre 1936 a mayo 1937. Cuenta todos los detalles de este incidente en su libro “El Eco de los Pasos” páginas 261 y 262.

3 19 de julio en Barcelona un grupo de libertarios vienen de asaltar el cuartel de Pedralbes: Maria Martínez a la derecha y a la izquierda su amiga Salvadora Molins con un fusil metrallador. (En tres días la rebelión militar fue aplastada en Cataluña).



4 pagina 262 del libro citado: “…Vicien, el puesto mas avanzado que existía en el cerco puesto a Huesca .La columna al mando de Domingo Ascaso y Aldabaltreco había ocupado Barbastro, Granien y Vicien y estaba apostada en el cementerio de Huesca a un kilometro de la ciudad… los compañeros de su columna nos recibieron con los brazos abiertos y fue tan buena la acogida que nuestros aguiluchos y aguiluchos se amoldaron rapidamente…a los puestos de campaña.”
 
5 Antonio Téllez Sola “Sabaté (Guerrilla urbana en España)” edición Plaza &Janes SA pagina 27


“Los Aguiluchos libraron su primera batalla importante el 1 de septiembre defendiendo el pueblo de de Huerrios a unos dos Km. al oeste de Huesca. Los milicianos resistieron victoriosamente el ataque de las fuerzas del general faccioso Gregorio de Benito Terraza, muy superiores en numero y tuvieron que aguantar un verdadero diluvio de metralla escupido por la Artillería y los morteros.”

Los hermanos Sabaté Llopart, vecinos de Hospitalet se habían también integrados a la columna Los Aguiluchos .José Sabaté, centurión y Francisco ‘’El Quico “delegado de grupo (20 milicianos).

En 1945 y 1946 un serónes estaba en el grupo de guerrilla del ’Quico ‘’

Cf. pagina 67 del libro citado de Antonio Téllez:

"el día 21 de Abril 1946...Sabate salía con un grupo de compañeros, todos veteranos y aguerridos… Antonio Malpica Ramos, mocetón fuerte y decidido oriundo de Serón (Almería)...’ (Detenido en Barcelona el 12 de mayo 1946).

Ferran Sanchez Agusti “El Maquis anarquista ‘’ ed milenio pagina 172 y 173

Antonio Malpica Ramos (Serón ,Almería ,25/12/1918)……..fue detenido el 22 de julio de 1946 .Y condenado a 28 años de prisión mayor ……..Internado en el Dueso de Santona ,con indultos y redención por trabajo ,salio en libertad condicional en 1966.










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5 comentarios:

  1. Mi abuelo, Alfonso Martinez Carmona, se alistó a la columna Durruti. Vivía en el barrio de Coll Blanc de Hospitalet de Llobregat.
    En esta historia se hace mención al Zaragata, que era de Cuevas de Almanzora, igual que mi abuelo. No me queda claro se el Zaragata era Diego Navarro o es otra parsona que podría ser mi abuelo. Este murió a consecuencia de una enfermedad pulmonar debida a la explosión de una bomba.

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  2. Gran trabajo de Fredy recuperado su historia familiar, y un poco de la todos.

    Tiene más colgado, buscad sus post en el foro Madridquebienresiste.

    Saludos.

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  3. Soy sobrino de Antonio Malpica Ramos .Se muchas cosas de mi tio , pero me gustaria saber mas , si algien me pudiera esplicar , hera una excelente persona. teixitsrm@hotmail.com

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  4. Arriba la República!! Grandes y valientes los que lucharon por una España mejor.

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